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Gregorio Álvarez Palacios 

De origen humilde, fue pensionado por el Ayuntamiento de Zaragoza para realizar el bachillerato y licenciarse en Ciencias, Sección Física y Química de la Universidad de Zaragoza, se trasladó a Madrid para trabajar como ayudante de las clases prácticas en la escuela preparatoria de Ingenieros Arquitectos y de Electrotecnia en la Escuela central de Artes y Oficios, además de impartir clases en varios colegios y academias. Se presentó a oposición para obtener las cátedras de Baeza y Figueras en 1897, la de Cuenca en 1905, y ese mismo año obtuvo la del Instituto de Ciudad Real, desplazándose al año siguiente a Toledo por concurso de traslado, donde permanecería hasta su jubilación –salvo los tres años de guerra civil- en 1939, nombrándole secretario Teodoro San Román, y tras su cese, con Ventura Reyes.

         Profesor de arraigada creencia religiosa, participó en la Junta de Beneficencia, Protección de Menores o Junta del comedor de Caridad, y también defendió becas y matrículas gratuitas, enseñanzas nocturnas –para obreros- o extensión universitaria. Montó en el centro, como extensión de la cátedra de Matemáticas, un Taller de Geometría. Publicó varias guías didácticas de la Asignatura, pero sobre todo, fue la columna vertebral de la administración del Centro durante el primer tercio de siglo. Como era preceptivo, posa siempre en las fotografías que las promociones se hacían en el patio de Lorenzana. FGM/2017.

Ruiz Alonso, J.M: La edad dorada del Instituto de Toledo (1900-1937), Toledo, 2005., pp. 78-80.

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